Aptámeros: ¿Qué son? ¿Para qué sirven?

Dr. Víctor M. González

Servicio de Bioquímica-Investigación. Hospital Ramón y Cajal (IRYCIS)

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Dr. Víctor M. González

Servicio de Bioquímica-Investigación. Hospital Ramón y Cajal (IRYCIS)

"Los aptámeros se unen a sus moléculas diana con muy alta afinidad y especificidad y pueden regular su actividad de forma muy eficaz. En este sentido actúan como los anticuerpos, pero presentan importantes ventajas que los convierten en una interesante alternativa tanto diagnóstica como terapéutica"

Seguro que has oído hablar de los anticuerpos y de su uso en el diagnóstico de enfermedades (si, también de la COVID19) o su papel en la lucha de nuestro cuerpo frente a distintas enfermedades, pero es muy posible que nunca hayas oído o leído nada acerca de los aptámeros. Sin embargo, en este año 2020 se cumplen 30 años desde que los equipos de los Dres. Larry Gold y Jack Szostak seleccionaron los primeros aptámeros y describieron la forma de obtenerlos[1,2]. Desde entonces, y muy especialmente durante las dos últimas décadas, somos muchos los grupos de investigación y empresas que hemos trabajado en esta tecnología, habiendo obtenido resultados muy interesantes.

Pero, ¿qué son los aptámeros y como podemos obtenerlos? Los aptámeros son ácidos nucleicos de cadena sencilla y pequeño tamaño, que adoptan estructuras tridimensionales que les permiten interaccionar de forma específica y con alta afinidad con sus moléculas diana y, eventualmente, modular su actividad. Son como la llave que encaja perfectamente con su cerradura y que, además, tiene la capacidad de abrirla o cerrarla. En este sentido, se comportan como los anticuerpos que todos conocemos. Sin embargo, los aptámeros presentan una serie de características que les confieren importantes ventajas en relación con los anticuerpos. Y, una de ellas es la forma de obtenerlos.

A diferencia de los anticuerpos, que se producen de forma fisiológica en el propio organismo, los aptámeros se obtienen mediante un método in vitro, denominado SELEX (Systematic Evolution of Ligandsby Exponential Enrichment). Esto permite fijar las condiciones de la selección (temperatura, pH, concentración salina, etc) para adaptarlas a aquellas en las que el aptámero va a ser utilizado. Así, cuando buscamos un aptámero terapéutico, hacemos la selección en las condiciones fisiológicas de nuestro organismo; sin embargo, si queremos un aptámero que permita detectar bacterias que crecen en condiciones extremas, podemos fijar dichas condiciones.
Dra. Masmudi y el Dr. Khan
Aptámero
Por otra parte, al tratarse de un método in vitro (en un tubo de ensayo) se pueden obtener aptámeros frente a prácticamente cualquier tipo de molécula, desde pequeñas moléculas como ATP o antibióticos, péptidos, proteínas o ácidos nucleicos y hasta complejas estructuras multiméricas (por ejemplo, virus) o células completas, incluidas moléculas que no produzcan respuesta inmune (y, por tanto, no generen anticuerpos) o que sean tóxicas para el organismo.
Pero, ¿en qué consiste el método SELEX? Como se muestra en la figura, el método SELEX consiste en sucesivas rondas de incubación de la diana con la población de oligonucleótidos y la posterior amplificación por PCR de los aptámeros seleccionados. En la primera ronda de selección se utiliza una librería de oligonucleótidos de alta heterogeneidad, que consiste en moléculas de secuencia aleatoria y con un número de nucleótidos constante, flanqueadas en sus extremos por secuencias conservadas. Las moléculas de la librería se pliegan tridimensionalmente dependiendo de su secuencia y de las condiciones del ensayo (pH, temperatura, fuerza iónica) por lo que se obtiene una población de moléculas con estructuras diferentes. En este caso, la variabilidad de la población es menor que la inicial ya que diferentes secuencias pueden plegarse de forma parecida o idéntica. Dependiendo de su estructura, algunos de los oligonucleótidos son capaces de reconocer la molécula diana uniéndose a ella. Las moléculas que no se unen son eliminadas y aquellas que lo hacen son recuperadas y amplificadas por PCR. La población obtenida, enriquecida en aptámeros que reconocen la molécula diana, es sometida a subsecuentes rondas de selección en las que pueden modificarse las condiciones con objeto de enriquecer la población en las moléculas(aptámeros) que poseen mayor afinidad y especificidad por la diana. Por último, se identifican los aptámeros individuales mediante secuenciación.

Método SELEX
Además, los aptámeros presentan propiedades químicas y biológicas que les confieren otras interesantes ventajas, como su capacidad de regeneración, su estabilidad a temperatura ambiente, las posibilidades de modificación de su estructura, su obtención mediante síntesis química (lo que evita el uso de animales o células), su alta reproducibilidad o su capacidad para ser marcados.

Como ya comenté anteriormente, los aptámeros tienen potenciales aplicaciones diagnósticas y terapéuticas [3,4,5]. Entre las primeras cabe destacar la utilización de aptámeros para diagnóstico por imagen, acoplados a biosensores o en sistemas “clásicos” como ELONA, slot-blot o Western blot. Por otra parte, en el año 2004 se aprobó por parte de la FDA el primer fármaco basado en un aptámero frente al Factor de Crecimiento del Endotelio Vascular (VEGF165) extracelular para el tratamiento de la degeneración macular asociada a la edad (Macugen; Pegabtanib). Otros aptámeros están en distintas fases de ensayos clínicos. Por último, los aptámeros están despertando un enorme interés como herramientas que permitan dirigir diferentes tipos de partículas hacia células diana concretas.


En el grupo de Aptámeros del IRYCIS hemos desarrollado aptámeros frente a proteínas de distintos organismos (humanas, de virus o de parásitos) para que puedan ser utilizados en el desarrollo de sistemas diagnósticos o como fármacos para el tratamiento de diferentes enfermedades. Entre estos últimos, destaca un aptámero frente aTLR4 para el tratamiento el ictus isquémico, desarrollado en colaboración con la Unidad deInvestigación Neurovascular (UIN) de la UCM y las empresas AptusBiotech SL y AptatargetsSL, que ha terminado la fase I del ensayo clínico satisfactoriamente y va a iniciar la fase II (6).En el ictus isquémico, las células que mueren en la zona que deja de recibir el flujo sanguíneo (núcleo isquémico) liberan moléculas que interaccionan con el receptor TLR4. Cuando este receptor se activa, se dispara una cascada de señales que conduce a la liberación de proteínas proinflamatorias. Estas proteínas acaban produciendo la inflamación de la zona adyacente (zona de penumbra) y la muerte de las neuronas allí localizadas. El aptámero que hemos desarrollado, al que hemos llamado Aptoll, se une al receptor TLR4 y, en consecuencia, inhibe la cascada de eventos que producen la inflamación en la zona de penumbra y, por tanto, la muerte neuronal. Los ensayos desarrollados en modelos animales han mostrado que el tratamiento con el aptámero puede llegar a reducir el volumen de cerebro dañado en más de un 30%. Una vez finalizada la fase I de ensayo clínico, en la que se ha demostrado la ausencia de efectos adversos en voluntarios sanos, se está iniciando la fase II, en la que se estudiará el efecto terapéutico del aptámero en pacientes que han sufrido un episodio de ictus. Actualmente, en nuestro laboratorio estamos desarrollando aptámeros frente a otras muchas proteínas que se han mostrado como potenciales marcadores o dianas terapéuticas. 

SELEX
Grupo de Aptámeros del IRYCIS
Nos ha comentado este interesante artículo el Dr. Víctor M. González, Servicio de Bioquímica-Investigación. Hospital Ramón y Cajal (IRYCIS). Y aprovechando su buena disposición hemos decido que nuestra redactora Celia Gaona le haga una breve entrevista:

My Scientific
Journal. Nos resulta impresionante el potencial y ventajas que tienen estos ácidos nucleicos en comparación con el uso más típico de los anticuerpos. Nos surge la duda cuando habla de capacidad de regeneración, ¿en qué consiste esta característica y qué ventajas ofrece?
 
Víctor M. González. Los aptámeros adoptan estructuras secundarias y terciarias que dependen de las condiciones de la selección, que serán aquellas en las que luego se van a utilizar. Si, por cualquier motivo, las condiciones cambian (por ejemplo, por un aumento de temperatura) los aptámeros pueden desnaturalizarse pero, esa desnaturalización es reversible cuando se vuelven a poner en las condiciones iniciales. Esto puede tener importantes implicaciones en la práctica. Por ejemplo, medicamentos o sistemas de detección basados en aptámeros podrían almacenarse y transportarse a temperatura ambiente sin necesidad de refrigeración, algo que ahorraría costes.
 
MSCJ. También nos interesa mucho el potencial uso de estos ácidos nucleicos en técnicas tan clásicas de la biología molecular como el Western blot, sustituyendo a los anticuerpos que se utilizan para la detección, ¿Serían los aptámeros una posible solución o alternativa a los problemas de afinidad, inestabilidad o incluso el elevado precio que presentan los anticuerpos? ¿sería posible, o incluso más rentable económicamente para un laboratorio obtener una colección de aptámeros y amplificarlos por PCR si necesitan cantidades mayores? Se nos ocurre que de esta manera se evitaría el tener que adquirir diferentes lotes de anticuerpos cuando se necesita ampliar un estudio, mejorando así la reproducibilidad.
 
VMG. Efectivamente, los aptámeros pueden alcanzar afinidades y especificidades superiores, incluso, a las de los anticuerpos, ya que se seleccionan in vitro y se pueden ajustar las condiciones de la selección para que estas sean muy restrictivas. Además, se pueden incluir rondas de contraselección para eliminar aquellos aptámeros que reconozcan también moléculas semejantes a la molécula diana. Por otro lado, y como mencionaba anteriormente, los aptámeros son muy estables y se pueden renaturalizar a su estructura “activa” si previamente la han perdido por algún motivo y, en consecuencia, podrían ser reutilizables.

Respecto a la amplificación por PCR de los aptámeros para su uso en un laboratorio, esto no es rentable. Hay que tener en cuenta que, después de la PCR, se obtiene un producto que es de doble cadena, pero sólo una de las cadenas corresponde al aptámero y habría que eliminar la cadena complementaria, que es lo que hacemos durante las sucesivas rondas de selección. Lo que se hace es sintetizar químicamente los aptámeros igual que se hace con cualquier otro oligonucleótido. Su producción es mucho más barata y se pueden obtener cantidades muy elevadas a muy bajo precio. Además, el hecho de sintetizarlos químicamente permite que se puedan modificar con mucha facilidad para adaptarlos a su uso concreto.

MSCJ. La característica de que los aptámeros sean capaces de reconocer su diana bajo condiciones fisiológicas concretas nos llama la atención, ¿podría explotarse esta cualidad en la terapia? Por ejemplo, administrar un fármaco a un paciente y que solo haga el efecto deseado si presenta un escenario concreto (como bloquear una cascada de señalización solo en situaciones determinadas).
 
VMG. Es una idea interesante. Se pueden conseguir aptámeros que cambien su estructura dependiendo de las condiciones de temperatura, pH o concentración salina. En ese sentido, un aptámero inactivo en una localización subcelular concreta podría alterar su estructura y ser activo en una localización diferente si las condiciones son diferentes. Otra posibilidad más realista es obtener aptámeros que reconozcan específicamente, por ejemplo, una molécula fosforilada pero que no la reconozcan si no lo está. Así, se pueden bloquear cascadas de señalización que se activan en procesos patológicos por modificaciones de proteínas concretas.

MSCJAdemás de Aptoll para el tratamiento del ictus isquémico, ¿estáis trabajando actualmente en desarrollar otros aptámeros que resulten prometedores como marcadores diagnósticos o como terapia?
 
VMG. Efectivamente, estamos en distintas fases de desarrollo de aptámeros específicos para muchas otras moléculas implicadas en distintas patologías como cáncer, infecciones (incluido SARS-CoV2) u otras. En el proyecto más avanzado en este momento, y en colaboración con la empresa AptusBiotech, estamos desarrollando la fase preclínica de una molécula frente a una quinasa implicada en cáncer con resultados preliminares muy prometedores, pero tenemos varios aptámeros más frente a otras dianas en fases más iniciales de desarrollo.

MSCJRealmente ha sido apasionante conocer esta aproximación molecular, para muchos desconocida, y ya que llevas años dedicado a este campo, nos gustaría preguntarte cómo comenzaste a interesarte precisamente por los aptámeros y su aplicación a la biomedicina.
 
VMG. Pues la verdad es que fue por casualidad. Cuando volví a España en el año 2000 de un periodo postdoctoral en Estados Unidos, me incorporé a un grupo de la universidad de Alcalá que compartía laboratorio con otro grupo cuyo jefe había estado de postdoc en el laboratorio de Larry Gold, uno de los padres de los aptámeros a principios de la década de los 90 del siglo pasado. Aunque en su grupo no trabajaban con esta tecnología, cuando uno de sus predoctorales me habló de ella, me pareció muy interesante y me decidí a pedir un proyecto relacionado con aptámeros. ¡Y la sorpresa fue que me lo concedieron, quizás por lo novedoso que era! De esto hace casi 20 años y desde entonces han sido muchos los proyectos en los que hemos trabajado y muchas las alegrías que nos han dado.

REFERENCIAS

1. Tuerk, C. and L. Gold, Systematic evolution of ligands by exponential enrichment: RNA ligands to bacteriophage T4 DNA polymerase. Science, 1990. 249(4968): p. 505-10.
2. Ellington, A.D. and J.W. Szostak, In vitro selection of RNA molecules that bind specific ligands. Nature, 1990. 346(6287): p. 818-22.
3. Zhang Yet al., Recent Advances in Aptamer Discovery and Applications.Molecules. 2019 Mar 7;24(5):941.
4. Zhou J andJ. Rossi, Aptamers as targeted therapeutics: current potential and challenges.Nat Rev Drug Discov. 2017 Mar;16(3):181-2024.
5. White, R.R., B.A. Sullenger, and C.P. Rusconi, Developing aptamers into therapeutics. J Clin Invest, 2000. 106(8): p. 929-34.
6. Fernández et al., TLR4-Binding DNA Aptamers Show a Protective Effect against Acute Stroke in Animal Models. Mol Ther. 2018 Aug 1;26(8):2047-2059.

Documentación

Victor M. González y Celia Gaona para My Scientific Journal  08/10/2020
 
Celia Gaona Romero
Celia Gaona RomeroRedactora My Scientific Journal
Graduada en Bioquímica & Investigadora
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