El lugar de trabajo psicológicamente saludable


Alejandro Amillano Solano. A lo largo de las dos últimas décadas los estudios y las intervenciones para promover la salud mental y el bienestar en el trabajo han incrementado considerablemente.Hay varios modelos que me parecen especialmente relevantes, y que integran el conocimiento acumulado hasta la fecha. 

AAS. Por un lado, el modelo de “lugar de trabajo psicológicamente saludable”, propuesto desde la Asociación Americana de Psicología (APA). El modelo identifica seis dimensiones en las que trabajar en esta línea: Conciliación entre las necesidades de la organización y las necesidades personales o familiares, salud y seguridad en el puesto de trabajo, crecimiento y desarrollo personal, reconocimiento, participación y comunicación. Por otro lado, el modelo “Total Worker Health®” presentado por el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH). Ambos modelos permiten incorporar una estrategia sistematizada para promover la salud mental en el lugar de trabajo e integran una serie de recursos sustentados en la evidencia científica de su eficacia. Por otro lado, el modelo de organizaciones saludables y resilientes (HERO) desarrollado por un equipo liderado por Marisa Salanova, Susana Llorens o Isabel Martínez en la Universidad Jaume I de Castellón, sitúa la salud psicológica de las personas trabajadoras dentro de un sistema más amplio, que contempla las relaciones saludables de la organización misma con su entorno y algunos aspectos de su estructura. Por último, el modelo de lugar de trabajo saludable propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) concede especial relevancia al bienestar psicológico y del denominado ambiente psicosocial trabajo.

No obstante, ninguno de los modelos que he mencionado son modelos cerrados o terminados, si no que continúan actualizando su propuesta e integrando nuevos recursos. La investigación en este ámbito y la práctica organizacional asociada atraviesan una etapa floreciente, en la que reciben cada vez mayor atención por parte de las organizaciones y de la sociedad en general.

Para definir un trabajo psicológicamente saludable en pocas palabras, diría que es aquel que contribuye a promover la salud mental y el bienestar de persona trabajadora. Hasta hace poco, la salud laboral quedaba reducida la prevención de los riesgos para la salud derivados del trabajo y su entorno. No obstante, el trabajo, como experiencia psicosocial, tiene un gran potencial saludable y de satisfacción de necesidades psicológicas fundamentales como las de afiliación, reconocimiento o auto-realización. Actualmente, además de comprender su potencial como fuente de salud, comprendemos además que no existe una salud laboral aislada del resto de la persona y su experiencia, si no que la salud psicológica en el trabajo se encuentra estrechamente ligada a la satisfacción y el equilibrio con el resto de facetas de la vida de cada persona y de las personas con las que se relaciona directa o indirectamente.

AAS. Los primeros estudios realizados constatan la relevancia de los efectos de la pandemia en el bienestar y la salud mental de las personas trabajadoras. Hasta ahora se ha observado el aumento de los índices de estrés laboral, especialmente en los casos en los que el confinamiento ha agrandado el conflicto laboral-familiar, poniendo además evidencia que aún nos queda mucho que trabajar y cambiar desde una perspectiva de género en este sentido. Por otro lado, pienso que la situación también ha contribuido a reconocer un poco más la importancia y la urgencia de abordar la cuestión de la salud psicológica desde las organizaciones. En este sentido, espero sinceramente que este reconocimiento e interés se traduzca en mayores esfuerzos e inversiones en la salud mental y el bienestar de las personas trabajadoras en el presente y a lo largo de los próximos años.